Realmente me mintieron...
Vuestra actitud durante la época dorada del Blog de Tercero Cuarta fue tan maravillosa que, les juro, seguiría circulando por los caminos del comentarismo...
Pero, lamentablemente, no fue así... Ustedes lo saben...
Y tal vez la culpa fue mía, mejor dicho de la vida... No, no soy la vida, ni mucho menos Dios... Lo que intento decir es que tal vez el problema fue que ya no somos Tercero Cuarta...
A ustedes les importaba el Blog de Tercero Cuarta, porque ustedes iban a Tercero Cuarta...
Y era lo único que teníamos en común... Tercero Cuarta... Y el Blog...
Es imposible, sabemos, que formemos parte nuevamente de Tercero Cuarta (para algunos no es tan imposible, ¿no Cata?)...
Pero el Blog todavía está... miren...
Aunque, claro, no podrán escribir nada que al próximo día comenten en el aula sus compañeros... ¿por eso comentaban?....
No lo creo... al menos, intento creer que no era así...
Como verán, mis publicaciones (complicadas, paupérrimas e interrumpidas) no aspiran a esto que les mencioné...
Y seguiré insistiendo...
Además, ya le cambié el nombre... Ahora, el Blog de Tercero Cuarta es el Blog de lo que una vez fue Tercero Cuarta... Sólo falta el logo...
¿No se conectan más a Internet?
¿No tienen ganas de burlarse (de seguir burlándose) de sus compañeros, profesores y directivos?
¿Acaso ya mutaron el espíritu comentarista que tan feliz me hizo algún día?... Bueno, no es para tanto creo...
Pero... ¿qué les cuesta?
¿Ni entran, viejo?
¿No recuerdan la dirección?... jajaja, no me vengan con eso...
¿El Blog de Damx les hizo darse cuenta de cómo es verdaderamente un buen Blog?
O tal vez yo me equivoque...
Mis pensamientos siempre pesimistas tal vez me traiciones...
Tal vez ustedes sí intenten comentar...
Pero, tal vez, ya no se pueden recibir más comentarios...
O justo algún percance los imposibilita a realizar ese menester, tal vez...
Espero equivocarme...
Como siempre, intentaré pensar que el problema soy yo, no los demás, no el mundo...
Pero, si hago lo que hago siempre, tal vez ocurra lo que sucede, al final, siempre...
Estaba equivocado al pensar que me equivocaba...
Es decir, no me equivocaba...
El problema no soy yo...
Es el mundo...
Y lamentablemente, tanto vuestros cuerpillos como el mío está en este mundo...
Son el mundo...
Así que, en definitiva, el problema soy yo... no los demás... no el mundo...