A veces no bastan las publicaciones cada vez mas pausadas que aquí abundan...

A veces una imagen no dice mas que miles de palabras...

A veces no tengo ganas de crear cartelitos...

Por eso ahora les voy a contar algunas cosas.

Como siempre, recomiendo la no lectura de las palabras que siguen en este post...

¿Qué pasó con el blog?

Nada. Precisamente nada. No mas historias increíbles. No mas conversaciones pudorosas. No mas peleas sobre muertos. No mas... NADA. Un poco culpa mía, otro poco culpa de Uds., pero sobre todo, la culpa es que ya no vamos a la Q Ne Di, que ya no nos enteramos de todo lo que le puede pasar a cada criatura que asome el pellejo en semejante institución...

Pero no crean que por eso me detendré. Aunque así el destino (si existe) pareciera que quiera. No hay tiempo. No importa.

Quedan miles de historias por contar, y otras cientos millones por inventar.

Pero si Uds., pequeñas criaturas del Señor (Ayeta) no muestran un poco de... participación... no voy a seguir (mentira, voy a seguir igual)

Y basta de estupideces... Ya que dije Ayeta (y no como muchos de Uds. creían, Aieta) les voy a contar una revelación que tuve (de la cual no fui el único partícipe)

El nuevo y poco popular dios Aieta pareciera ser que no es tan Aieta sino más bien Ayeta. Por supuesto, las fuentes son completamente confiables (de la redacción del ex-diario Violín).

Así es muchachos... Ahora el dios Aieta vendría a llamarse Dios Ayeta.

¡Y esto es terrible!

¿Aún no lo notaron?

...

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Les dejo unos renglones más para pensar...

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Si... ¿Vieron?

Es... la...

¡¡¡Diosa Yeta!!!...

¿Por qué se hizo pasar por un hombre?

Yo creo porque aún no todos están preparados para aceptar a un dios no hombre, o sea, una dios mujer, o mejor dicho, una diosa.

El cambio es enorme, y puede traer consecuencias devastadoras para la humanidad.

Piense sólo en las modificaciones a los santos cantos y oraciones cristianas...

“En el nombre de la madre, del hijo y del espíritu santo”

“Madre nuestra que estás en los cielos, santificado sea tu nombre...”

Etcétera...

Terrible.

Ya muchos de los pocos que saben esta noticia (fresca) comenzaron a conjeturar las posibles burlas que los jóvenes estudiantes de la Biblia podrían llegar a enunciar.

Temen, por ejemplo, el uso reiterado de “Hijo de la Madre”, haciendo referencia, claro está, a la (ahora) Madre de los Cielos (ahora Diosa Yeta).

Sin embargo, todos estos inconvenientes que parecen sucederán no son nadas comparando al otro extremo de preocupación de estas nuevas... ¡El nombre de la diosa!

Ya tener un dios Aieta era un poco raro... ¡Pero ahora nuestra protectora se llama Yeta!... No podremos dejar nuestras almas ni a la suerte ya.

En el próximo post (que seguramente leyeron antes que este) verán las publicidades para anunciar los nuevos regímenes del Cielo.

por TheGodFather  # 10:00 a. m.